El oro se ha convertido en uno de los activos con mejor desempeño en lo que va de año, un periodo en el que los mercados se han visto golpeados por la crisis del coronavirus. Y puede seguir subiendo un 50% extra, hasta los 3.000 dólares por onza, según Bank of America.
Con los tipos de interés en mínimos históricos y el dólar perdiendo fuerza frente al euro, los metales preciosos, y especialmente el metal amarillo, brillan con luz propia. Después de que el 27 de julio superara los 1.923 dólares por onza, su máximo histórico hasta la fecha, registrado en septiembre de 2011, la semana pasada el oro rompió, por primera vez en la historia, la barrera de los 2.000 dólares.
En lo que va de año, se revaloriza más de un 30%, unas ganancias que se sitúan muy por encima de las acumuladas por la renta fija y superiores también a la revalorización que se anota en el año el Nasdaq. Este es el mejor índice de las grandes Bolsas mundiales con un alza del 22% en 2020 gracias al auge de la digitalización y a los buenos resultados publicados por las grandes tecnológicas, que incluso en pleno confinamiento han logrado récords en sus cuentas trimestrales.
“Los precios del oro se han comportado bien durante los últimos 15 meses, registrando un repunte de más del 12% desde que la Reserva Federal diera un giro de 180 grados en la política monetaria en enero de 2019”, señalan desde Bank of America.
Después de la fuerte subida registrada por el metal amarillo, el temor a que la corrección se abra camino es elevado, pero ante las malas perspectivas económicas que auguran una crisis larga, los expertos del banco estadounidense consideran que sigue teniendo recorrido y fijan como techo los 3.000 dólares por onza. “A medida que los bancos centrales y los gobiernos duplican sus balances y déficits fiscales, aumentamos nuestro precio objetivo para el oro de 2.000 a 3.000 dólares la onza”, recoge el departamento de análisis de la entidad estadounidense en un informe. Desde los precios actuales esto supondría otorgarle una revalorización de casi el 50%.
Antes de lograr esta proeza, el oro se enfrenta al reto de superar un nuevo récord. El primero de ellos pasa por rebasar la resistencia de los 2.063,55 que marcó el 6 de agosto. Ayer, el metal amarillo corrigió levemente, hasta situarse en los 2.032 dólares.
Articulo extraido de https://cincodias.elpais.com/cincodias/2020/08/10/mercados/1597083457_160719.html